HETERO es el prefijo de heterosexual y también de heteronorma, conceptos diferentes pero que tienen una práctica común cimentada en lo que hoy conocemos como “sociedad patriarcal”, la idea hegemónica de que nuestra sociedad se construye en torno a la familia formada por hombres y mujeres, y donde el hombre predomina. Si bien esta no es la realidad en todo el mundo actual, (y en ningún caso mi ideal de sociedad) podemos darnos cuenta de que la gran mayoría de los seres humanos vivimos inevitablemente inmersos en esa sintonía. Aún cuando algunas personas forman parte de diferentes subgrupos, podemos ver disidencias y subculturas absolutamente permeadas por códigos y símbolos propios de este entendimiento. HETERO, en ciertos sectores es un insulto, es la manera despectiva que existe para explicar cuando una persona es normada, tradicional, conservadora o simplemente heterosexual.
HETERO está en todas partes, en las marcas, la alimentación, la forma en que nos comunicamos, los colores con los que vestimos, los políticos que elegimos, los estereotipos de belleza, la forma en que usamos nuestros apellidos, la forma en que construimos ciudades, la configuración de las habitaciones, de los baños, nuestra relación con los animales y el medio ambiente, la religión, la meditación, la espiritualidad e incluso la relación que tenemos con la muerte. HETERO no es una tribu urbana, ni una ideología sectaria, HETERO es una experiencia total y universalizada a la que estamos expuestos todos los seres vivos desde que nacemos (salvo muy contadas excepciones) y estamos viviendo su atardecer debido al cambio de consciencia que avanza en nuestras sociedades. Se acerca una evolución radical en nuestros entendimientos y este registro me parece una forma divertida de recordar los últimos años de esta "plaga" que se extingue y de la que todas, todos y en algunas ocaciones, todes, formamos parte.